Los sistemas de iluminación inteligente utilizan dispositivos de control como interruptores inteligentes y aplicaciones móviles, sensores de movimiento y de luz ambiental para recopilar datos sobre la presencia de personas y los niveles de luz natural. Estos sensores aseguran que las luces solo se utilicen cuando y donde sean necesarias.

El sistema procesa los datos recopilados para ajustar automáticamente los niveles de iluminación, encendiendo, apagando o atenuando las luces según sea necesario. Los usuarios también pueden controlar y programar las luces de manera remota a través de software central, aplicaciones móviles o asistentes de voz. Esta capacidad de ajuste y control remoto maximiza la eficiencia energética, reduciendo el consumo innecesario de electricidad.

Estos sistemas se integran con otros dispositivos y sistemas inteligentes del hogar o edificio, como termostatos y sistemas de seguridad, permitiendo una mayor automatización y eficiencia energética. Al optimizar el uso de la iluminación y reducir el consumo de energía, contribuyen a la sostenibilidad al disminuir la huella de carbono y los costos de energía. Funciones adicionales como ajustar la iluminación basada en el clima o simular presencia cuando no hay nadie en casa también ayudan a mejorar la seguridad y la eficiencia del hogar o edificio.